martes, 6 de febrero de 2024

El carbono que quieren reducir... ¡Eres tú!

El poder necesita de territorio y de relato

El poder se manifiesta en tener la propiedad de un territorio y en la continuidad de esa propiedad. Territorio puede ser considerado cualquier espacio, incluso espacio cultural, intelectual, financiero, un nombramiento (oposición en España)... Por ese motivo, las empresas evolucionaron a corporaciones y las familias a dinastías. 

Las élites son conscientes de que la robotización ha devaluado a la energía humana. El poder va a residir en cuántos robots tengas y no en cuantos empleados tenga tu empresa. Por lo tanto, el humano ha dejado de tener un valor central para ellos. Por ese motivo, las élites han adoptado el discurso de grupúsculos ecologistas minoritario para vender la idea de que el decrecimiento es fundamental para la supervivencia del planeta. Desde los informes del Grupo de Roma, la sobrepoblación se ha visto como una amenaza para el poder. Los guionistas de cine han percibido esta idea y películas como "Kingsman: Servicios secretos" se hacen eco de esta idea. Proponen reducir la población y las emisiones de carbono. El carbono que quieren reducir... eres tu. 

 Que las élites han tratado de influir en la natalidad no es una idea nueva. El lebensraum y lebensborn de la Alemania nazi era un ejemplo de esto, o el dictador comunista Ceaucescu que pretendió aumentar un 50% la población de Rumanía en una sola década. Por ese motivo, se puede hipotetizar que actualmente, la tendencia a infantilizar a la juventud, a negarle la posibilidad de poseer una vivienda, el condenarles a vivir pagando membresías sea producto de algo más que de la casualidad.

Tu no tengas hijos que ya los tengo yo. La capacidad de tener hijos en este siglo XXI dependerá de lo mucho que te importe que vivan o mueran. Si te importa que mueran, entonces dependerá de tu nivel de ingresos, por un lado, y de si tienes creencias que apoyen el que tengas hijos. Para los demás: whiskas, lexatin y satisfier.

¿Cómo reducimos el carbono?

Para conquistar el territorio ha habido cuatro escenarios dependiendo del tipo de interacción en el que estas involucrado. Respecto al relato vemos que este tipo de interacciones también afectan al resultado de como se mantiene el relato en el tiempo. Por lo tanto, vamos a ver como reducimos el carbono (humano) utilizando los cuatro tipos de interacción.

Fig. 1. Los cuatro tipos de interacción de arriba a abajo: competición, dependencia, reciprocidad y coacción.  

Competición
Video 1: La competición te saca del territorio. Tu carbono pasa a ser su carbono, tu espacio pasa a formar parte del espacio del otro

La competición es tan tan tan fácil de entender. No hace falta explicarlo. El mejor ejemplo es el lebensraum alemán: "Alemania requería de un Lebensraum necesario para su supervivencia y que la mayoría de la población originaria de Centroeuropa y Europa del Este sería retirada permanentemente (mediante deportaciones masivas a Siberia, el exterminio o la esclavitud) incluyendo polacos, ucranianos, rusos, checos y otras naciones eslavas consideradas no arias". 

Dependencia/parasitismo
Video 2. La dependencia no te deja reproducirte. No te mata pero te pone a trabajar para el beneficio de otro. Compartes tu espacio con el otro que se beneficia

La especulación sobre la vivienda es el refugio del dinero cuando la economía se estanca y no crece debido a que, o bien los mercados se agotan, o bien otro país está produciendo lo que tu antes producías. El problema llega cuando aterrizan los grandes grupos financieros que no buscan comprar y vender casas, sino que lo que buscan es que al comprar casas y no ponerlas en circulación, aumenta el valor de las mismas y ellos utilizan esta subida para captar más capital con la promesa de ese aumento de beneficio. No venden productos, venden futuro. El resultado es que los jóvenes no pueden independizarse y pasan a vivir parasitariamente de sus padres. 

Con la boda se asumía la compra de una casa y el proyecto de tener hijos. De esta manera, las personas garantizaban su pervivencia en la siguiente generación. Territorio y la continuidad genética van de la mano. Y no solo de la continuidad genética sino también cultural. 

 La consigna es ¡No tengas nada en propiedad!. No poseas nada, que ya poseo yo, y te lo voy a alquilar al precio, no que yo quiera, sino al precio que se que puedes pagar. Se pretende mantener a las personas en el estatus de jóven, de hijo, de dependiente hasta unas edades que rebasen su capacidad reproductiva. Esta práctica del alquiler rebaja a la persona al grado de consumidor. Quien consume depende del dinero para poder consumir. Se busca la dependencia y se castiga la propiedad que genera independencia. Un ejemplo: si tienes una guitarra puedes tocar y cantar. Si no sabes guitarra mejor que compres un equipo de música, y si no tienes la música en un soporte físico mejor pagas una membresía. 

Reciprocidad/mutualismo
Video 3. Las relaciones recíprocas necesitan mucho equilibro. En todas las negociaciones las partes deben contar con mecanismos propios (poder coercitivo) para hacer cumplir los acuerdos. Dos se unen en un solo espacio. El beneficio no es total porque tienes que compartirlo

Para destruir la transmisión de padres a hijos hay que destruir sus ritos. Cuando un niño nace es un ser a medio hacer. Necesita de la protección y el cuidado de los padres. Su relación con los progenitores es de dependencia. En todas las culturas humanas siempre ha habido ritos de paso, mediante los cuales, la comunidad informaba a los niños que a partir de ese momento dejaban de serlo. El rito de paso libera al niño de la relación de dependencia con los padres. En nuestra cultura, cuando éramos una sociedad tradicional, la boda suponía ese momento en el que transicionabas de la casa de tus padres a la tuya propia.

Fig. 2. La atracción no va a parar porque llores

Gracias al rito de paso te liberabas de tu dependencia con los padres. A partir de ese momento te convertías responsable, no solo de tu persona sino de la persona con la que habías decidido formar familia. Pasabas de una relación de dependencia a la relación de reciprocidad que es el matrimonio. A nivel ético adquirías una responsabilidad personal que hace que ya no puedas echar la culpa a otro. Llorar es reclamar a otro que tiene cierta responsabilidad sobre ti. Después del rito de paso la sociedad te dice: no llores porque nadie va a acudir a tu lloro. Te has metido ahí por tu propia decisión... ahora resuelve. 

Para empezar tu propia familia solo hay que recordar el Nuevo Testamento: “y dijo: Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne? “Así que, no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mateo 19:4–6). Se necesita la liberación de tu antigua interacción dependiente... y se necesita una ley, un marco que regule esa convivencia. 

Nuestra vida se resumen en tres etapas: la infancia, la adultez y la vejez, cuando ya no nos podemos valer por nosotros mismos. Debemos preparanos para ello. Dependemos en la infancia y la vejez. La etapa de adulto es cuando cuidamos de los demás, de los que dependen directamente de nosotros. Un adulto no llora, resuelve. Parece mentira, pero no saber esto condiciona el cómo nos vamos a comportar en sociedad. 

A la mayoría de las personas, nuestro relato se acaba cuando se mueren nuestros hijos y nietos, si hemos tenido la fortuna de habérlos conocido y tratado. Por eso se dice que los poderosos hacen la historia y los pobres la memoria. Las personas generamos mucha memoria, tanta como personas existen. Eso es un proceso exponencial. La historia es lineal, aritmética. La memoria no puede sostenerse sin olvido. Por eso, las dinastías heredan sus títulos en el primogénito. De esa manera podemos saber quién era el dieciseisavo conde de tal y cual, pero no podemos saber quien eran nuestros antepasados más allá de nuestros bisabuelos. La memoria, y su transmisión de valores es mucho más corta cuando no se tiene hijos. 

Coacción
Video 4. El triunfo de la voluntada de Leni Riefenstahl, nos documenta cómo se gesta una organización coercitiva a partir de la emoción tribal de sus ritos. La fuerza del líder se basa en la multiplicación de sus seguidores y la uniformidad de los mismos.

Como ya he expuesto más arriba, los nazis eran defensores de la promoción de la natalidad alemana y también de la reducción de carbono humano... de los que no eran arios. Como organización coercitiva su funcionamiento era de una lógica perversa y brutal. 
Fig. 3. La secta mormona de Warren Jeffs sirvió para realizar la serie de Netflix: "Se dócil: reza y obedece".

La secta de Warren Jeffs procuraba expulsar de la secta a los varones jóvenes. Eso generaba que hubiese más mujeres que hombres en su interior. Procuraba casar a viejos fieles a su persona con estas jóvenes como si de un premio a la fidelidad se tratase. 

Generalmente, en los grupos coercitivos, la decisión de tener hijos es algo que está bajo el control del líder de la secta. Hay cientos de ejemplos de esto. Quien controla la natalidad controla el relato. No hay mejor manera de mantener un relato que tener acceso a las mentes de los niños. 

El relato en los grupos coercitivos está controlado por el o los líderes que utilizan a los adeptos para repetir el único relato del grupo. 

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